miércoles, 11 de agosto de 2010

Tres inmigrantes hondureños fueron asesinados en Macuspana.




Macuspana, Tabasco, 11 Agosto 2010.- La búsqueda del “sueño americano” les costó la vida a otros tres hondureños. Esta vez, la causa no fue la bestia de acero, como llaman al tren, sino la bestialidad humana, el odio de un grupo de criminales que se hacen llamar “caza indocumentados”.

Los hondureños -dos hombres y una mujer- fueron asesinados a sangre fría la medianoche del pasado domingo cuando transitaban por Tabasco, México, en el lugar conocido como Buenavista Apasco, municipio de Macuspana.

Los detalles de sangriento ataque fueron proporcionados por los primos Elkin Donaldo Padilla Flores, 28, y Eblin Alexander Juárez Cardona, dos hondureños que lograron sobrevivir a la cacería humana.

Elkin Donaldo y Eblin Alexander relataron que la noche del domingo caminaban entre la maleza, junto a las vías del tren, en compañía de Kenia Carolina Galeas Gómez, José Antonio Calderón Orellana y un joven conocido solamente como Geovanny, todos de nacionalidad hondureña. El grupo estaba esperando el ferrocarril que descargaba material para cemento en una fábrica de Apasco.

Los sobrevivientes relataron que Kenia Carolina se quejaba de fuertes dolores en el vientre, por lo que decidieron buscar medicamentos en el pueblo para que ella pudiera aguantar el viaje en tren. Sin embargo, cuando regresaban a las vías del ferrocarril, fueron atacados por al menos cinco individuos encapuchados.

“Salieron de los matorrales y nos golpearon con tubos de hierro. Nos quitaron los celulares y el poco dinero que andábamos y a pesar de habernos despojado de todo, nos seguían golpeando. Entre los golpes y el forcejeo, logré escapar y busqué una patrulla, pero cuando regresé ya los encontré muertos”, fue el dramático relato que Elkin Donaldo daba a los periodistas mexicanos.

Eblin Alexander sobrevivió porque se subió en un árbol, desde donde observó con horror cómo el grupo de criminales masacraba a sus compatriotas.

Los criminales atacaron sexualmente a Kenia Carolina y luego colocaron su cabeza sobre las vías del tren, donde le descargaron varios golpes con un tubo hasta matarla.

De la misma forma, asesinaron a tubazos a José Antonio y a Geovanny.

Elkin Donaldo escapó y se encontró con una patrulla policial. Inmediatamente pidió ayuda, pero cuando llegaron al sector únicamente hallaron los tres cuerpos de sus acompañantes.

Al lugar se trasladaron agentes ministeriales y del Ministerio Público para dar fe del levantamiento de los cuerpos. En el sitio encontraron ropa y dos credenciales de la República de Honduras a nombre de José Antonio Calderón Orellana y Kenia Carolina Galeas Gómez. Los tres cuerpos presentaban lesiones en la cabeza producidas por armas contundentes, según el informe de los médicos forenses. El dictamen de la muerte de la mujer de aproximadamente 33 años fue traumatismo craneoencefálico. Las otras dos víctimas murieron por estrangulamiento y golpes con objeto contundente. La Procuraduría General de Justicia del Estado, PGJE, comenzó la averiguación previa por los presuntos delitos de homicidio y asalto con violencia y en pandilla. Los tres cuerpos de los hondureños fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO), de Villahermosa, Tabasco.

El director de la Policía Preventiva de Macuspana, Fernando Pérez Pérez, se trasladó al lugar de los hechos y ordenó operativos en la zona para dar con los criminales, pero no se reportó ninguna captura. Uno de los sobrevivientes les aseguró a las autoridades de investigación que los agresores huyeron en el tren que ellos pretendían abordar para continuar su viaje a Estados Unidos. Debido a su situación migratoria, los hondureños sobrevivientes fueron trasladados a la capital del estado de Tabasco, donde permanecerán como testigos, pero detenidos hasta que el Instituto Nacional de Migración, INM, los deporte a su lugar de origen.

La comunidad de Buenavista Apasco, del municipio de Macuspana, unos 65 kilómetros al sur de Villahermosa, capital de Tabasco, es una de las zonas más transitadas por miles de indocumentados que viajan a Estados Unidos.

En la zona hay una fábrica de cemento donde comúnmente los migrantes abordan el ferrocarril. En este poblado viven con miedo por la presencia de bandas del crimen organizado dedicadas al tráfico de personas.

Ante la agencia investigadora de Macuspana, los dos hondureños declararon la tarde del lunes que lograron escapar de la masacre en que murieron tres de sus compañeros. Preliminarmente se supo que Kenia Carolina era “pollera” y se dedicaba a traficar indocumentados.
El agente investigador licenciado Carlos Alberto Ponce de León, titular de la Tercera Agencia del Ministerio Público de Macuspana, empezó la averiguación previa por los tres homicidios. Los cuerpos de las víctimas permanecen en la cámara de refrigeración de la ciudad de Villahermosa, esperando que sean reclamados por sus familiares.

Las autoridades investigan esta masacre y han montado operativos en esta zona bajo el mando del director de Seguridad Pública, Fernando Pérez Pérez, y elementos de la corporación de Macuspana.

Los indocumentados fueron enviados al INM, en la ciudad de Villahermosa, para su deportación.

El vil asesinato de los tres migrantes hondureños fue condenado por las organizaciones de apoyo a indocumentados. “Repudiamos las violaciones cometidas contra los migrantes que cruzan a diario nuestro país”, dijo el padre Alejandro Solalinde, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano y director de un refugio para migrantes en ciudad Ixtepec, Oaxaca.

El sacerdote que ha dedicado su vida a la defensa de los migrantes manifestó: “Las autoridades mexicanas deben esclarecer este hecho y sobre todo proteger a los migrantes que están en situación irregular en México”. Las víctimas se suman a la cadena de violaciones a la que a diario se enfrentan decenas de migrantes que buscan el “sueño americano”. “Lamentamos lo ocurrido son miles de migrantes víctimas de violencia a lo largo del camino, pero sus muertes permanecen casi ocultas. Con este caso ha quedado demostrado el abuso contra ellos y ahora las autoridades deben responder”, aseveró Solalinde.

Con las huellas de golpes en el rostro, el hondureño Elkin Donaldo Padilla Flores asegura que es un milagro estar vivo. “Con mi primo Eblin Alexander Juárez Cardona salimos de Honduras con el anhelo de llegar a Estados Unidos debido a que en mi país no se encuentra trabajo”, dijo.

“A uno le dicen que el camino es difícil, pero jamás me imaginé que me quisieran matar sólo por ser ilegal”, agregó el joven, aún abrumado por los recuerdos de la trágica noche del domingo. Elkin Donaldo relató que a Kenia y su acompañante Geovanny los conoció en Boca del Cerro, Tenosique. “Nos detuvimos en el poblado para buscar unas pastillas para Kenia porque tenía mucho dolor, pero al retornar nos salieron al encuentro cinco sujetos vestidos de negro, que nos gritaron que era un asalto y nos agarraron a tubazos”, apuntó. “Los hombres dijeron que estaban armados con una escopeta, pero sólo nos atacaron con tubos, por lo que en medio de la violenta agresión pude escapar para pedir ayuda, pero al llegar con los policías ya era demasiado tarde”, relató. Elkin y su primo Eblin serán deportados en los próximos días. (Publicado por JCGA).

3 comentarios:

  1. son unas malditas vestias esos mala sangre hasta me apena decir que soy mexicano

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  2. la verdad me siento muy mal como hondureño que soy porque son los mismos hondureños que asemos esto yo en lo personal camine por el mismo lugar donde peresieron mis paisanos pero gracias a nuestro dios todo me fue muy bien.mi sentido pesame a su familiares.

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  3. no ay palabras para expresar lo que siento por estos sicopatas soy mexicana y fui indocumentada alguna vez pero la jehova tarde que temprano les cobrara esas vidas que deven.....

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