jueves, 24 de junio de 2010

En tiempos electorales todo sale a la luz, tal es el caso del diputado federal Carlos Martínez Martínez.


Huixtla, Chiapas, 24 Junio 2010.- ¿Y aún le crees a Carlos Martínez?, esta historia no es nueva, pero si se cuenta en cada proceso electoral en nuestra región.

Y lo más sorprendente, que los propios compañeros de su partido lo comentan: Las traiciones de Carlos Martínez.

Mientras, entre los ciudadanos se recuerda perfectamente todo lo que hicieron en el 2009 para llevar al PAN a la diputación federal, como el incremento de beneficiarios del programa “Oportunidades”, presionar a las comunidades de ser recortado los apoyos oficiales y cuyas mentiras hoy se vuelven a repetir en este proceso electoral para elegir alcaldes y diputados locales.

Y lo peor, que el legislador ya no aparece atrás de los candidatos, si no al frente promoviendo el voto a su favor, dentro de su proyecto personal para busca la Senaduría en el 2012.

Por eso, a todo esto, viene la pregunta: ¿Y aún le crees a Carlos Martínez?

La revista informativa Zona Costa, publicó el 24 de junio del 2009 esa historia de traiciones con que se ha conducido, lo cual no se publicó en ningún medio impreso hace un año y hasta la fecha.

Aquí una parte de lo publicado en aquel entonces:

Entre “panistas y priístas”

Era la noche del jueves 28 de mayo, cuando el ex diputado local por Cacahoatán y ex aspirante a la diputación federal por el PRI, Alfredo Lugardo López, se reunió con el también ex precandidato a la alcaldía por el PAN en el 2007 y hoy jefe de la Jurisdicción Sanitaria de Motozintla, Gustavo Cueto Villanueva.

El primero, le pidió el apoyo al funcionario estatal y a su equipo –conformado en su mayoría por funcionarios municipales-, para apoyar al candidato del PAN a la diputación por Huixtla, Carlos Martínez Martínez.

De esa junta, no hubo un acuerdo, pues a pesar de que Alfredo y Gustavo daban sus razones para trabajar a favor del panista, ese equipo recordaba perfectamente los obstáculos para no obtener la nominación hace 2 años, pues el entonces aspirante a la diputación local en apariencia tenía a su favorito: Carlos Salazar Gam.

Sin embargo, esta historia de traiciones mutuas entre priístas y panistas no es nueva, pues de esa forma ha sido la relación desde pasados procesos electorales. La diferencia a hora, es que ya se ha vuelto evidente, más cuando los ánimos están “caldeados” entre los grupo y quienes guardan rencores y buscan vengarse “políticamente” de sus adversarios.

En las elecciones locales del 2007, las preferencias electorales daban una clara ventaja al abanderado del PRI-PVEM para la diputación local por Huixtla, Oscar Alvarado Cook, mientras para la alcaldía las condiciones no le eran favorables al entonces candidato del PRI y hoy munícipe, Porfirio Lugardo López.

Pero, días antes de las votaciones, en el rancho del también abanderado priísta y de la misma forma ahora alcalde de Huehuetán, Renán Galán Gómez, se dio el encuentro entre Carlos Martínez Martínez y Alfredo Lugardo López, que en aquel entonces fungía como “Coordinador general” de la campaña. El acuerdo: Voto cruzado. Es decir, el que fue candidato del PAN a la diputación federal, cambio los sufragios para el abanderado del PRI a la alcaldía de Huixtla y viceversa.

Para sellarse el compromiso, se entrego 150 mil pesos que sirvió en el día de la jornada de aquel 4 de octubre. Lo mismo en Huehuetán y Tuzantán, aunque en el último municipio la apuesta fue para el perredista que buscó cobijo en las filas azules.

Cuando los resultados se dieron a conocer aquella noche del primer domingo de ese mes, el entonces virtual diputado local se presentó en la explanada del parque central de Huixtla, y entre sus primeras declaraciones hacía un llamado al ya derrotado panista, Carlos Gam: “Que debe de entender que no todas las veces se gana. También se pierde”. Era su cercano, fue su funcionario desde que estuvo como alcalde y hasta por su paso en la Contraloría General, su amigo “incondicional”, pero en esta ocasión lo había entregado y lo dejó solo, hasta con sus deudas de campaña.

Mientras, Oscar Alvarado Cook, estaba por demás consiente que había sido “traicionado” tanto por Alfredo Lugardo como por su hermano “Pilo”, hoy cuestionado edil de Huixtla por graves irregularidades en el manejo del erario público.

Y la historia, aún retrocede más, pues en las elecciones del 2004, Carlos Martínez, había dicho en el Comité Municipal, cuando recibió el reporte de haber perdido el candidato del PAN en Escuintla, Arquímides Komukai Matzui, hoy primera autoridad ene ese municipio: “Ya llevamos uno. Nos falta otro”. Se refería al galeno José Gabriel Casahonda Esquinca, aspirante en Huixtla. Mucho antes, en el 2001, cuando estaba como alcalde, nunca se definió por apoyar al ungido de su partido, Ignacio Márquez Flores.

Por el lado de Porfirio Lugardo López, también “la traición” ya se cocinaba desde su pre-campaña, cuando promovía a Carlos Martínez, como “el mejor presidente municipal de Huixtla”, por lo que recibió un reclamo airado de uno de sus coordinadores, quien le reclamó: ¿o es priísta, o panista?, si es priísta debe, debe apoyar a su candidato a la diputación local del PRI”. A esa distancia las cosas no han cambiado y estos “amarres” entre “priístas” y “panistas” persisten.

Desde antes que comenzará las campañas, al alcalde de Huixtla le preguntaban a quien iba a apoyar, a lo cual respondía con no al PRI, argumentando no haber sido favorecido su hermano con la candidatura para la diputación federal.

Así, impuso a todos los funcionarios y empleados a no apoyar a ninguno de los aspirantes, caso contrario iban a ser sancionados conforme a la ley electoral. Pero el primer error cometido fue haber permitido que se tapizara el parque de la marimba con gallardetes del candidato del PAN.

Y así, desde que arrancó el proceso electoral, en el ayuntamiento se sabía que tanto “Pilo”, el síndico municipal Rafael García Coutiño, Alfredo Lugardo y el dirigente municipal del PRI, Israel Guzmán, operaban a favor de Carlos Martínez.


Mientras, el magisterio y el sector salud recuerdan perfectamente a Carlos Martínez como cuando fue Contralor General del Estado, en el periodo de Pablo Salazar Mendiguchía, como represor, de cuyo régimen fue opositor como diputado local Alfredo Lugardo López, hoy abiertamente operador del PAN en el Distrito XI.


Carlos Martínez, cuando anduvo en campaña, prometió que iba a apoyar a quienes lo apoyaran. Sin embargo, ya en este proceso electoral se echó para a tras.

Ahí esta el claro ejemplo con Edmundo Pérez Armendáriz, quien no llegó a ser el candidato de la alianza y se fue a refugiar al partido Social Demócrata.

Alfredo Lugardo, luego de ser uno de sus operadores, hoy es el coordinador de campaña de ese parito minoritario.

Gustavo Cueto Villanueva, desde la Jurisdicción Sanitaria, no lo ayudó con los problemas en su trabajo y menos para buscar la candidatura por el PAN y al final se fue al Verde Ecologista.

Didier Rojas González, luego de ser detenido por desviar recursos para le reconstrucción por “Stan” y salir de “El Amate”, para operar a su favor, no lo ayudó para alcanzar la candidatura a la diputación local y también se fue al PVEM.

Y Carlos Salazar Gam, quien fue su coordinador de Copladem cuando fue alcalde, después del 2007 fue rescatado por Carlos Raymundo Toledo, hoy Secretario del Consejo Estatal de Seguridad Pública.

Así, el diputado federal hizo compromisos políticos, sobre todo en la Sierra, y que hasta la fecha no ha cumplido.

Por que ahora buscará ser candidato a Senador en el 2012, en donde podría tener la oportunidad de volver a engañar a otros miles de votantes.

Pero, ahora la pregunta es: ¿Y aún le crees a Carlos Martínez?



(Fuente: Revista Zona Costa, publicación: Año 2, Número 18, de fecha 15 junio 2010 y transcrito por: JCGA).

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